¿¿Dónde están?? Leamos:
Vive en una cueva
- Anciano de 84 años, tiene 30 en una caverna
Un hombre lleva 30 años de los 84 que tiene de vida, viviendo en una caverna, en un cerro en el Municipio de Xilitla.
Desde ahí ha visto pasar los días, su alimento son animales y plantas silvestres pero raras veces desciende al pueblo, y lo hace sólo para abastecerse de lo indispensable.
Tras varias horas de camino entre veredas, huertas, milpas y paisajes en la comunidad de Buenos Aires, a las faldas de un cerro, el cual se encuentra en picada y tras caminar entre unos peñascos, está la enorme caverna en la que vive Antonio Sánchez Juárez. La imagen es sombría, la cueva es apenas tapada con varas secas, plásticos y unos harapos viejos. Es en ese lugar donde, alejado de la civilización, pasa los años languideciendo.
El anciano no sabe leer, ni escribir, además tiene problemas auditivos, toda su familia ya falleció y quedó sin apoyo de nadie.
“Vivía en la punta de este cerro, pero un huracán se llevó mi casa, por eso me vine aquí con un hermano en esta cueva, con el tiempo murió y quedé solo. Nadie me visita, pasan los días y pierdo la noción del tiempo, sólo me dirijo con el sol y la luna”, relató con voz entrecortada.
SU ALIMENTO
Dijo que son pocas las ocasiones en que sale a pedir comida o dinero y con lo que le regalan, compra algunos víveres y se vuelve a internar en su caverna. “Aquí me alimento de lo poco que consigo y de los animales que mato como, conejos, armadillos, ardillas, tejones, mapaches. Tengo trampas para atraparlos, pero también cuido su reproducción. Sembré nopales, plantas, plátanos al pie de mi cueva, sin embargo esta sequía terminó con todo, ahora no tomaré té de hojas de limón por las mañanas, porque se secó la mata”, dijo con profunda tristeza.
Antonio, está muy mal de salud, en ocasiones le duele mucho la cabeza y presenta tos debido a lo frío del lugar, pero dice aliviarse con plantas curativas que siembra.
Agregó que no tiene el apoyo de nadie y que “se rasca con sus propias uñas”, para conseguir lo necesario. Llueva, haga calor, frío o ventee, busca la manera de enfrentar tales inclemencias. Le falta ropa de frío, huaraches, comida y atención médica, sin embargo señala sentirse contento, ya que en esa cueva tiene una vista panorámica que cualquier “rico” desearía.
“Cuando escucho muchos cohetes en el pueblo, me doy cuenta que es Día de Muertos y cuando hace mucho frío sé que se está festejando la Navidad por las lucecitas de las casas de allá abajo, pero esas fiestas para mí no existen, yo sólo me preocupo por sobrevivir y que Dios me proteja, aquí cuando llueve mucho se mete el agua a la cueva, por lo que me las ingenio para buscar un lugar seco para dormir”, finalizó y sin mediar más palabra se introdujo en la caverna.
FRASE
“Duro meses sin acudir al pueblo, ya que el pasaje es caro, mejor con lo que me dan, compró alguna minsa y frijol, aquí hago mi comida”.
ANTONIO SÁNCHEZ JUÁREZ
ERMITAÑO
Desde ahí ha visto pasar los días, su alimento son animales y plantas silvestres pero raras veces desciende al pueblo, y lo hace sólo para abastecerse de lo indispensable.
Tras varias horas de camino entre veredas, huertas, milpas y paisajes en la comunidad de Buenos Aires, a las faldas de un cerro, el cual se encuentra en picada y tras caminar entre unos peñascos, está la enorme caverna en la que vive Antonio Sánchez Juárez. La imagen es sombría, la cueva es apenas tapada con varas secas, plásticos y unos harapos viejos. Es en ese lugar donde, alejado de la civilización, pasa los años languideciendo.
El anciano no sabe leer, ni escribir, además tiene problemas auditivos, toda su familia ya falleció y quedó sin apoyo de nadie.
“Vivía en la punta de este cerro, pero un huracán se llevó mi casa, por eso me vine aquí con un hermano en esta cueva, con el tiempo murió y quedé solo. Nadie me visita, pasan los días y pierdo la noción del tiempo, sólo me dirijo con el sol y la luna”, relató con voz entrecortada.
SU ALIMENTO
Dijo que son pocas las ocasiones en que sale a pedir comida o dinero y con lo que le regalan, compra algunos víveres y se vuelve a internar en su caverna. “Aquí me alimento de lo poco que consigo y de los animales que mato como, conejos, armadillos, ardillas, tejones, mapaches. Tengo trampas para atraparlos, pero también cuido su reproducción. Sembré nopales, plantas, plátanos al pie de mi cueva, sin embargo esta sequía terminó con todo, ahora no tomaré té de hojas de limón por las mañanas, porque se secó la mata”, dijo con profunda tristeza.
Antonio, está muy mal de salud, en ocasiones le duele mucho la cabeza y presenta tos debido a lo frío del lugar, pero dice aliviarse con plantas curativas que siembra.
Agregó que no tiene el apoyo de nadie y que “se rasca con sus propias uñas”, para conseguir lo necesario. Llueva, haga calor, frío o ventee, busca la manera de enfrentar tales inclemencias. Le falta ropa de frío, huaraches, comida y atención médica, sin embargo señala sentirse contento, ya que en esa cueva tiene una vista panorámica que cualquier “rico” desearía.
“Cuando escucho muchos cohetes en el pueblo, me doy cuenta que es Día de Muertos y cuando hace mucho frío sé que se está festejando la Navidad por las lucecitas de las casas de allá abajo, pero esas fiestas para mí no existen, yo sólo me preocupo por sobrevivir y que Dios me proteja, aquí cuando llueve mucho se mete el agua a la cueva, por lo que me las ingenio para buscar un lugar seco para dormir”, finalizó y sin mediar más palabra se introdujo en la caverna.
FRASE
“Duro meses sin acudir al pueblo, ya que el pasaje es caro, mejor con lo que me dan, compró alguna minsa y frijol, aquí hago mi comida”.
ANTONIO SÁNCHEZ JUÁREZ
ERMITAÑO
¿¿Dónde está la expayera de la Gloria?? Donde está la “peke” Argüendes?? ¿¿Dónde está la directora del INAPAM, Tere?? No vayan a salir con la jalada de que no estaban enteradas, ya que esa es la estúpida escusa con la que siempre salen, ¿¿acaso este hombre no tiene derechos?? ¿¿Dónde están las despensas?? Tal vez no tenga 70 años este hombre, pero ¿¿acaso no se le puede otorgar una pensión?? Si a las “niñas” embarazadas se les da, o a muchas familias que se dedican a procrear niños para poder subsistir de las becas, ¿¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI (21 para los ignorantes) se encuentre gente viviendo como en el paleolítico….
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