lunes, 15 de diciembre de 2008

¿¿Qué nos falta??

¿¿La calidad sobre la cantidad?? Leamos:





Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada
"Políticos o Populistas":
Mi querido Bloger, siguen con los paradigmas negativos. Bien dice el dicho qué, “los cafeticultores no agarran un libro ni en defensa propia. El Café de Vietnam participa en cantidad, no en calidad. En su mayoría es Robustoide, lo que significa qué cómo un “comodity” ayuda a que la curva de la oferta exceda a la de la demanda para provocar bajos precios (muy financiado por los gringos). Pero es de pésima calidad, por favor… La calidad intrínseca del café la genera el microclima donde se produce y la variedad que se cultiva. Ok, El robustoide, canephora o robusta, como le quieran llamar si es natural la taza será completamente «astringente», muy mala. Ahora bien, si el robustoide es bien lavado su taza será muy «ordinaria», plana en términos de catación. ¿Qué pasa con esto? Qué es excelente para mezclarlo en la Industria de los solubles, porque les da cuerpo y aparte es más barato que el arábigo bien lavado porque da más rendimiento, de ahí que estos cafés no necesitan altura para producirse, excelente para el clima Africano o Asiático. Importante señalar que los cafés entre más finos menos cafeína tienen. Mientras que un arábigo limpio (hay que entender qué hay híbridos) no tiene más que 1% de cafeína el robustoide tiene mínimo el 3% de cafeína. Nunca podrá ser un café fino. Bueno, no creo que tenga que ahondar más con los vietnamitas. Ahora, ¿Qué pasa con los colombianos?. De ellos hay qué aprender cómo se aplica la quinta “m” mercadotecnia al sistema producto café (recordemos que las 4 “m’s” del café son, maquina, molido, mezcla y mano). “El poder de la marca”, esto es muy importante copiarlo. Aplicar inteligencia empresarial al proyecto y una muy buena cantidad de dinero al posicionamiento de la marca (El logo del café colombiano con su icono ficticio Juan Valdez, los posiciono a nivel mundial) será un factor básico para el cambio de la situación cafetalera potosina. Ahora, regresando a la calidad del café colombiano. Los cafés colombianos tienen el hibrido timor (combinación de robusta con arábigo) necesario para provocar resistencia para las enfermedades fungosas que generan los cafetos de esa posición geográfica (pegados al ecuador). Además de que sus cafés tienen que ser cultivados a sol abierto—sin árboles de sombra—para evitar esa combinación de calor y humedad con sombra (hongos, como la roya, etc.) y a más altura (lo que los hace más ácidos). Lo bueno de ellos, es que no sale un café con su logotipo al mundo si no cumple con una norma estricta de calidad de arábigos lavados de “taza limpia”. Eso es lo que hay que aprender de ellos y su organización. Pero los mejores cafés del mundo son cultivados bajo árboles de sombra y de variedades arábigas limpias (typicos, etc. o criollos), los guatemaltecos (que muchos son de Chiapas contrabandeados), los costarricenses, los famosos Blue Montain de Jamaica, son los más caros del mundo, junto con plumas de Oaxaca, Tapachulas de Chiapas, coatepec’s de Veracruz, etc. En fin intrínsecamente la calidad del café de Xilitla es superior a los colombianos también, solo que no tienen el manejo pos cosecha que es necesario para que se manifiesten con su propio aroma y sabor. O sea, gourmet’s. Adicionado a una serie de factores básicos que se han descuidado, provocados por el paternalismo. La pregunta será ¿con más subsidios o con más profesionalismo?. Los errores no solo se cometen en las fincas sino también fuera de las fincas. Aquí lo estamos viendo.Saludos.


Bien nos dices que la calidad del café de Vietnam es de lo peorcito, pero…. A ellos por lo que se ve lo que les interesa en la cantidad, cosa que realmente también a nosotros nos interesaría si de vender se trata, en un mercado tan competitivo, muchas veces se trata de sacar la mayor ventaja posible ¿¿de qué nos sirve en dado momento ser el mejor café del México, ya no del mundo, si realmente no obtenemos ningún provecho?? Muchas veces el café se pudre en el suelo, porque al cafeticultor le dio frio salir a cosecharlo, eso estuvieron declarando en días pasados y ¿¿por qué se hace esto?? Pues porque el cafeticultor tiene hijos y esos hijos tienen becas y apoyos, y el post que envió el lector se refería propiamente a esto, no tanto a la calidad del café, no, se refería a que muchos cafeticultores prefieren que la cosecha se pierda a trabajar, es lo malo de los programas “sociales” que padecemos en la actualidad, por lo que veo eres catador, muy interesante, `pero dime ¿¿Cuántos cafeticultores de Xilitla saben realmente qué tipo de café producen?? Aclaro; cafeticultores, no comercializadores o intermediarios…..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Bloger, antes que nada agradeciendo la participación en tu Blog. No creas que los vietnamitas están muy contentos, fácilmente encontrarás la misma cantidad de productores de café de Vietnam que se parten el lomo y están peor que los de Xilitla, lo mismo pasa con Brasil, segundo y primer productores de café del mundo. Me iría más por Colombia y más aún por el modelo “Blue Montain” de Jamaica. Veremos, hace seis años valía el café verde arábigo lavado en la bolsa de New York 40¢ de dólar la libra (cuarenta centavos), hoy vale 1.20. Subió el 200%. ¿Qué pasa con el “Blue Montain”?. Se mantuvo por arriba de los 25 dólares la libra de café verde (tostado vale 80, por supuesto en Europa). Ahora, cuanto crees que producen, ¿Mucho o poco?. Pues poco. Más o menos lo que produce Xilitla y para que te des una idea sencilla de la producción sigue siempre la regla. Xilitla produciría (si duplicara su rendimiento promedio actual) el 1% del 3% de la producción mundial. Ahora bien, lo más importante. Jamaica regresa bajo su modelo el 45% de lo que genera su industria a los productores primarios (productores de la cereza). Siguiendo el mismo modelo solo que en lugar de vender a 25 dólares, vendamos a 2 dólares (al 8%). Si regresáramos el 45% al productor de la cereza se traduciría en 10 pesos el Kilo de cereza de café. Consideremos un productor con variedad de bajos rendimientos (pero con calidad) en Xilitla; ocho quintales (dos toneladas de cereza) y paguémosle a 5 pesos el kilo de cereza de café, la mitad—de la participación que regresa el modelo Blue Montain y al 8% del precio—sacaría sin problemas 10,000.00 de cosecha por hectárea, más los subsidios y la facturación de servicios ambientales fácilmente lo duplicarían. Veinte mil pesos por hectárea no son despreciables y creo qué se les quitaría un poco el frío. Si solo 5000 productores de una hectárea trabajaran, se generaría una aportación directa a Xilitla de 100 millones de pesos. En este punto para empezar ya no sería el ramo 33 el eje económico del Pueblo (se superaría por dos o tres). Sino que volvería a ser el café y su derrama económica se vería reflejada en Industrias paralelas y servicios provocados por el café (como en Colombia, solo qué en pequeño). En fin, la estrategia es la calidad no la cantidad. Como se dice, “la calidad no tiene fronteras” y el café es después del petróleo el segundo producto más exportable. Y los consumidores más importantes del mundo (ellos mandan, ellos pagan) no están en las fincas. Esos consumidores (Finlandeses, Noruegos, Alemanes, Italianos, Franceses, etc.) se encuentran en lugares donde no se puede producir el cafeto. Sin embargo, 200 años antes de que llegara la primera planta de café a América ya lo consumían. Esos consumidores beben en promedio más de 1000 tazas por año. En México el promedio no alcanza a 100 donde se produce. La experiencia y el conocimiento del café se encuentran fuera de las fincas. Esos consumidores beben y prueban todos los cafés del mundo y están dispuestos a pagar por la calidad (la que valoran). Entonces, no es de sorprenderse qué todos los involucrados (incluye a los comercializadores e intermediarios) dentro de la industria cafetalera de Xilitla no globalizada, les falte la tecnología intrínseca necesaria. En fin, la cadena de valor no empieza ni se acaba en las fincas. No confundirnos, el objetivo es ganar-ganar (no perder-perder como hasta hoy). Saludos.